El restablecimiento corporal se basa en técnicas manuales destinadas a restaurar el bienestar del cuerpo, mitigando bloqueos o dolores musculares a través de un proceso descontracturante. Este proceso no solo alivia el dolor y la tensión, sino que también promueve el conocimiento y la práctica de hábitos saludables para prevenir futuras molestias. El objetivo es lograr un estado de equilibrio y bienestar corporal duradero.

Dentro del programa de restablecimiento corporal, se aplican los siguientes tratamientos:

- Reequilibrio postural y ajuste vertebral: 

Este tratamiento se realiza principalmente a través de maniobras manuales que tienen un efecto recuperador enfocado en las vértebras y articulaciones del cuerpo humano. Estas maniobras ayudan a restaurar la posición natural del cuerpo, mejorando la postura y aliviando dolores asociados con desalineaciones vertebrales. El ajuste vertebral permite una mejor comunicación entre el sistema nervioso y el resto del cuerpo, facilitando el proceso de sanación y mejorando el bienestar general.

- Técnica manual: 

La fatiga muscular es un indicativo fisiológico de que hay alteraciones en nuestro cuerpo. La acumulación de toxinas en los músculos reduce la oxigenación, lo que resulta en limitaciones y rigidez en la actividad muscular y articular. A través de técnicas manuales específicas, se busca liberar estas toxinas y mejorar la circulación sanguínea, lo que a su vez aumenta la oxigenación de los tejidos y promueve la flexibilidad y funcionalidad muscular. Estas técnicas incluyen masajes descontracturantes, estiramientos y manipulaciones que alivian la tensión y fomentan la regeneración de los tejidos.

El programa de restablecimiento corporal no solo se centra en el alivio inmediato de los síntomas, sino también en la educación del paciente para adoptar hábitos saludables. Esto incluye recomendaciones sobre ejercicios específicos, posturas adecuadas, y técnicas de relajación que ayudan a mantener el bienestar corporal a largo plazo. La combinación de tratamiento manual y educación en hábitos saludables crea una sinergia que maximiza los beneficios del programa, asegurando que los hacientes no solo se recuperen de sus dolencias actuales, sino que también prevengan futuras complicaciones.