Las actividades que se realizan en esta sección se entienden cuando se expone el resultado tras haber analizado las frecuencias que emite nuestro cuerpo, examinado con instrumentación precisa que no altera al paciente (ni sus resultados) y bajo una perspectiva de análisis respetuoso y proactivo.

En nuestro espacio de trabajo contamos con dos herramientas que ayudan a analizar el estado vibratorio del paciente:

Por un lado, una máquina de captura electrofotónica GDV (Dr. Konstantin Korotov) que funciona por biorresonancia como captor y amplificador de biofotones a través de una muestra dactilar que se obtiene al pasar una pequeña corriente en cada uno de ellos.

El conjunto de datos obtenidos se utiliza para determinar el nivel energético de órganos, glándulas y vértebras, pudiendo visualizarse mediante aplicaciones informáticas.

En nuestro caso, proporcionamos al paciente la información a nivel energético mediante la representación de los chakras y cuya captura representa el sistema nervioso simpático, es decir, aquella imagen que nosotros tenemos de nosotros mismos y el estado en el que ponemos a nuestros órganos a nivel emocional.

Para complementar la sesión, se emplea la técnica de filtros, basados en etiología (análisis de frecuencias halladas por Paul Nogier), que no solo contrastan (y refuerzan) los resultados obtenidos en el análisis anterior, si no que dicho intercambio frecuencial (mediante la toma de pulso como indicador de resonancia) permite equilibrar la energía alterada en nuestro cuerpo de una manera respetuosa, sin generar posibles perturbaciones en el paciente.

Como decimos anteriormente, en Espacio Harmonía somos conscientes de la importancia de respetar los espacios y tiempos de los pacientes, nuestro objetivo con este tratamiento es marcar un punto de inflexión a situaciones que ocasionan bloqueos o estancamientos emocionales y que en muchas ocasiones perduran en el tiempo.